jueves, septiembre 08, 2005

"Visitas del otro lado" de Américo Ferrari por Eugenio Montejo

Un libro fuerte, un haz de líneas verbales que pulveriza desde su primera sílaba cualquier tentativa de autoengaño. Visitas del otro lado tiene la contundencia luciferina de una caída en la sombra de sí mismo, allí donde las palabras se erigen frente a los rayos de un sol negro demasiado verdadero. He escrito líneas verbales, pero la denominación justa es la creada por el poeta brasileño Cassiano Ricardo, que llamó linosigno a esta nueva construcción que sobrepasa el verso tradicional.

Más allá del verso y de la sensibilidad versal, los poemas de Américo Ferrari reivindican la línea que parte del Vallejo de Trilce, prosigue a su modo en Girondo, y se proyecta en la llamada lírica semántica de nuestros días. Un nuevo decir corre por ellos, un decir que concreta la minuciosa demolición de todo halago del yo, de ese Don yo que a ratos se transmuta en “un gato negro y transparente”. Desde tal radicalidad, de esa zona verbal del yanomás, la aparición del doble, la multiplicación de los yoes (y de los noyoes que acechan desde la nada), conforman esas visitas del otro lado que parecen traernos los signos de un nuevo Eclesiastés en esta hora de preguerra atómica en que vivimos. La palabra del hombre desde su sombra, bajo una oscuridad que se manifiesta en todo instante como “un relámpago negro”. Una palabra, en fin, que no acrecienta los deleites del sueño porque está escrita para despertarnos.

Desde hace varias décadas Américo Ferrari es considerado uno de los críticos literarios más importantes del idioma. Hay que decir que sus poemas, y me place ahora subrayarlo, en especial los de su etapa reciente donde se incluyen Casa de nadies (2000) y estas Visitas del otro lado, no van a la zaga de su obra crítica, al contrario, consiguen aventajarla gracias a sus dones de legítima videncia y a sus innegables hallazgos poéticos.

Eugenio Montejo

1 comentario:

Unknown dijo...

Pero qué contundencia!
¿Quién es Eugenio Montejo? ¿En donde se le puede leer?
Y ese libro Visitas del otro lado...¿Dónde se puede conseguir?
Ya con esto de "un haz de líneas verbales que pulveriza desde su primera sílaba cualquier tentativa de autoengaño" se hace irresistible.
Eso de linoverso ¿cuales serán sus raices? Nosotros aquí nos inventamos un nombre por no saberlo: Versos desmedidos. Pero me parece más puntual linoverso, que supongo, viene de línea y verso ¿es así?
Me encantaría conseguir algo de Américo Ferrari, pero también de Eugenio Montejo